En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
A partir de un personaje de ficción, Colette Davenat -autora de La favorita del Inca- recrea con soltura y elegancia una de las épocas más decisivas de la historia de España, la unión matrimonial entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón.
Luis de Soca, un joven huérfano que ha perdido su casa devorada por las llamas, abandona Toledo sin imaginar siquiera que algún día se convertirá en un elemento crucial de la historia del reino. Sin embargo, está claro que los dioses velan por este ambicioso joven que desde la infancia se ha esforzado por disimular el secreto de sus orígenes y que, un buen día, se ve ascendido a consejero favorito de la muy católica Isabel, hermana del rey Enrique IV de Castilla.
En un reino debilitado por las intrigas de los señores y de los poderosos conversos, Luis de Soca será el artífice del matrimonio de la princesa Isabel con Fernando de Aragón, verdadero punto de inflexión que sellará la unidad de la futura España. Y más aún, con su astucia política logrará que Isabel acceda al trono y asombre al mundo convirtiéndose en uno de los soberanos más ilustres que Europa ha engendrado.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.