En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
El funcionamiento del cerebro y el misterio de la conciencia humana son dos de los asuntos más importantes con los que deben enfrentarse la filosofía y la ciencia de nuestros días, pues afectan a todos los ámbitos de la existencia, desde la inteligencia artificial hasta las promesas de una vida ultraterrena. La mayoría de la gente cree, en uno u otro sentido, en la idea de que la conciencia está por encima y más allá de todo. John Searle, en cambio, sostiene que los estados de conciencia no son otra cosa que avatares del cerebro causados por procesos neurológicos. Y para demostrar su afirmación no sólo se opone a las tesis de pensadores como Daniel Dennett o Roger Penrose, según los cuales las características del cerebro son susceptibles de representación y reproducción mediante programas de ordenador, sino también a la idea de que la conciencia pueda reducirse a una serie de pasos como los diseñados para ciertos programas informáticos. A partir de ahí, destaca el papel que debe desempeñar la neurociencia en el progreso hacia una verdadera comprensión de los problemas de la conciencia y, acto seguido, sugiere vías de intervención posterior que puedan conducirnos a una explicación biológica del surgimiento de estados de conciencia a partir de la actividad de las neuronas y otros componentes del cerebro.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.