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En los diversos textos recientes sobre educación y en las críticas feministas de la escolarización es frecuente que se considere que la educación física, como asignatura, no transmite mensajes importantes ni muy sesgados respecto al género. Sin embargo, posee el potencial necesario para rechazar los mitos con mensajes de infravaloración y limitaciones referidos al cuerpo de la mujer, su fortaleza y su físico. El libro de Sheila SCRATON analiza la contribución de la educación física al reforzamiento de las imágenes de la «feminidad» y al desarrollo de conductas «adecuadas al género» del alumnado. Se inicia con una revisión de las perspectivas teóricas feministas, aplicándolas a la educación física femenina. Se examinan sus fundamentos y tradiciones, poniendo de manifiesto las ideologías conservadoras tradicionales y las falsas expectativas sobre su habilidad y capacidad física, la maternidad, el carácter doméstico y la sexualidad que constituyen la herencia en la que se basó gran parte de la educación física contemporánea. La parte principal de la obra está integrada por estudios sobre la enseñanza y la práctica de la educación física actual, basados en numerosas observaciones de instituciones escolares. Este estudio constituye la primera crítica de la educación física femenina en las instituciones escolares, pero también presenta alternativas positivas y numerosas recomendaciones prácticas. Su autora insiste en que la educación física tiene un potencial real para rebatir argumentaciones sobre limitaciones físicas y la subordinación de las mujeres, y para desarrollar una escolarización antisexista.