En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Desde Homero, los escritores griegos y latinos han descrito detalladamente lo que veían en las esculturas y pinturas de su época, dando origen a un género literario de alta calidad e imprescindible para reconstruir el diezmado arte grecorromano, que apenas ha sido capaz de resistir el paso de los siglos. Hace veinticinco años, Luis Alberto de Cuenca y Miguel Ángel Elvira tradujeron a tres autores clásicos del período imperial, los dos Filóstratos el Joven y el Viejo, que recrearon retóricamente con la minuciosidad de voyeurs y afán pedagógico y divulgativo las colecciones pictóricas, y Calístrato, que se centró en las esculturas de su época. Completamente agotado en la actualidad, el volumen incluye los grabados en los que el pintor francés del siglo XVI Antoine Caron reconstruyó los cuadros descritos por Filóstrato el Viejo. Esta nueva edición, revisada por sus editores originales, reubica las imágenes de Caron, para que coincidan por primera vez con el texto del mayor de los Filóstrato, y así el lector pueda convertirse a su vez fácilmente en un voyeur más del arte grecorromano, sus mitos y su cultura.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.