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En el verano de 1937, las tropas sublevadas contra el legítimo gobierno de la República intentan tomar el norte de España. La contraofensiva republicana envía un gran ejército a Aragón para dividir a las fuerzas enemigas. Pero Belchite, el pueblo que se convirtió en trinchera y soportó un inmisericorde asedio de casi dos semanas, lo cambió todo. Emilio Oliver Ortiz, entonces director de la Caja de Ahorros de Belchite, vivió el sitio desde dentro, en primera persona. Su testimonio refleja el sufrimiento, la crueldad y el sacrificio de uno de los episodios menos conocidos de la historia bélica española. El Movimiento Nacional ganó la guerra, posiblemente, gracias a estos hechos; pero Belchite perdió: quedó absolutamente devastado. El Pueblo Viejo de Belchite es hoy una impactante muestra de la barbarie humana. Los ecos del dolor, la rabia y la destrucción, visibles cuando se recorre, se recogen todavía en inquietantes psicofonías. Estas páginas, protagonizadas por personajes reales, cuentan lo que sucedió: desde la aproximación del imponente ejército republicano hasta el desesperado intento final de romper el
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