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No hay duda de que la ideología subyacente a la enseñanza de la economía en estos últimos tiempos conlleva una difusión de valores economicistas éticamente inadecuados para la convivencia social. Cuando la competencia que estimula la creatividad y la realización de la personalidad se convierte en una ideología de la competitividad que promueve la lucha entre agentes económicos para establecer situaciones de poder (sobre el mercado, los trabajadores y los consumidores), la economía pierde su contacto smithsoniano inicial con los sentimientos morales. Asimismo, cuando el dinero se hace indispensable para la financiación de las actividades económicas, se transforma en un símbolo de éxito, el espíritu de empresa da paso al espíritu de especulación y se produce la corrupción de los valores que sustentan el desarrollo de la economía real.

Con un enfoque multidisciplinar y con la aportación de destacados especialistas en los ámbitos económico, jurídico, científico y filosófico, esta obra recoge las principales corrientes de pensamiento en torno a la relación entre ética y economía con el fin de completar la visión del mundo que adquieren no sólo los economistas y estudiantes de Ciencias Económicas y Empresariales, sino también todos aquellos interesados por los procesos de cambio social que se están produciendo en el marco actual del régimen de globalización económica.