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Con cincuenta y pocos años, un día el trabajador se encuentra que ya no tiene que ir a trabajar. Son los llamados "prejubilados". Otros, buscan trabajo pero ya nadie les quiere contratar.

La prejubilación se ha convertido en una práctica habitual para "ajustar" las plantillas de las empresas. Los sindicatos y la Administración Pública lo consideran un "mal menor" y la opinión pública cree que son unos privile-giados, aunque la realidad es muy distinta.

Jubilarse a los 50 analiza esta nueva situación que afecta a centenares de miles de trabajadores, describiendo, a partir de las opiniones de los propios afectados, las consecuencias personales y sociales de su retirada sistemática del mercado laboral.

El libro ofrece las pautas para vivir este nuevo período, imprevisto y desconcertante, para el que nadie se había preocupado de prepararnos. La prejubilación no es un adelanto de diez años de la jubilación, es una nueva etapa de la vida que habrá que llenar de contenido. Una nueva etapa que expresa la crisis de un sistema productivo ineficaz y que cuestiona el modelo tradicional de organización de los ciclos vitales cada vez más alejado de la realidad.

Jubilarse a los 50 es un estímulo para articular una nueva relación entre la vida y el trabajo que no esté condicionado por la edad. Un debate crucial para todos.