En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
La imagen oficial de Friedrich Carl von Savigny en la historia de las ideas es la del representante principal del historicismo en el mundo jurídico. Este libro impugna dicha imagen convencional, mostrando que la afinidad de Savigny con el movimiento historicista fue superficial: la doctrina del Derecho como producto del «espíritu del pueblo» no fue desarrollada consecuentemente por él, y su epidérmico discurso romántico-völkisch encubría una aproximación al Derecho más interesada por los aspectos dogmático-sistemáticos «atemporales» que por el desarrollo histórico. La componente historicista en Savigny vendría a funcionar como un velo retórico que oculta una doctrina de signo bien distinto: criptoiusnaturalista, dirán unos; protopositivista, sostendrán otros; en cualquier caso, una doctrina ajena al historicismo sincero. El punto de partida para este análisis es un examen detenido de las características definitorias del verdadero historicismo, así como una revisión de la «prehistoria» de este movimiento en el siglo XVIII (con especial atención a las aportaciones de Montesquieu, Möser, Voltaire, Vico y Herder).
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.