En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Esta obra explica que Concepción Arenal fue la primera trabajadora social de la historia del Trabajo Social en España. Sus huellas como visitadora social las encontramos en las primeras promociones de trabajadoras sociales españolas que, a falta de arsenal técnico y metodológico básico, se caracterizaron por una fuerte orientación ética y reformista. Inicialmente, Arenal se inspiró en las propuestas de intervención social de San Vicente de Paúl, pero fue capaz de ir más allá gracias, en parte, a una red nacional e internacional de amigas y amigos "de inteligencia y de corazón" que le permitió sintonizar con el "sentimiento de humanidad" universal que tantos desvelos le originase. Tales son los vestigios que hallamos del sello arenaliano en las formadoras de las primeras promociones de trabajadoras sociales en España. Concepción Arenal está a la altura de figuras como Mary Ellen Richmond y Jane Addams por haber realizado una contribución mucho más avanzada que sus contemporáneas, las Organizaciones Sociales de Caridad, e, incluso, que las propias fundadoras del Trabajo Social casi medio siglo antes que el
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.