En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
¿Por qué las peripecias vitales llevaron a Bracamonte (1742-91) a dar la vuelta al mundo? ¿cómo vivió un aristócrata de segunda fila en la España de la segunda mitad del XVIII? La lectura de esta rigurosa, fascinante y entretenida biografía nos permitirá entender: 1º el ascenso social en la sociedad española. 2º La intriga cortesana y sus mecanismos como atajo en dicho camino. 3º La represión política y sus manifestaciones ante su fracaso.4º El ámbito mundial de la Monarquía Hispánica en el siglo XVIII ¿Cómo pasar de nacer en el exilio a conquistar la grandeza de España en tan solo una vida? La respuesta la tiene el autointitulado marqués de Tabuérniga, D. Fernando Bracamonte (así aparece denominado, primando el apellido de la madre en la documentación, con mayor frecuencia que el apellido del padre: Velaz de Medrano), y la meticulosa disección que de su vida y de la trayectoria de su familia hace Diego Téllez Alarcia en esta obra. En el análisis de esta fascinante biografía encontraremos, en suma, elementos para comprender mejor los cuatro fenómenos históricos propuestos en el título de la obra: el del
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.