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«Cuando los débiles se creen fuertes». Walser no solo escribió esa frase, sino que la vivió. La vivió de manera rebelde y con regocijo, sin duda como una forma de resistencia en el fracaso y, sin duda, rebelándose también contra el éxito. No tener éxito no es sinónimo de ser una víctima, fracasar puede ser un acto heroico. Robert Walser es un héroe. En su radicalismo y su disposición a pagar el precio de su trabajo, es un ejemplo para todo artista, todo filósofo, todo escritor. Del prólogo
La figura y la obra de Robert Walser llevan décadas inspirando a escritores y lectores de todo el mundo, incluido Thomas Hirschhorn, uno de los más innovadores artistas visuales contemporáneos, para quien el autor suizo es una figura capital, un escritor que se resiste a que le apliquen la etiqueta de «escritor», alguien para quien el concepto de arte está siempre conectado con un personalísimo punto de vista, sistemáticamente alejado del establishment. Berlín y el artista es una atractiva y provocadora selección de los más definitorios textos de Walser, un perfecto recorrido por la trayectoria de un creador irrepetible.
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