En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Como una de sus brujas, el viejo Goya sobrevuela la intemperie de los Disparates, para precipitarse, como el perro semihundido de las Pinturas negras, sobre esa ciénaga de la realidad de donde solo se puede salir si nos hundimos en ella. Pero antes Goya tuvo que naufragar en el silencio para que el silencio se le revelara. Hubo de presenciar la violencia atroz de la guerra, de la injusticia y del extremo sufrimiento. Fue entonces cuando se puso a pintar lo que ya no se puede pintar porque desborda los límites de la representación, como un anuncio del invisible desastre. El presente ensayo, ilustrado con los Disparates de Goya, se sitúa entre la filosofía, la teoría estética y los estudios literarios, y ayudará al lector a sumergirse en las ricas complejidades del pensamiento de uno de los más brillantes artistas de la historia del arte. AUTOR Toledo (1963). Es doctor en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid y catedrático de esta disciplina. Ha publicado diversos artículos de estética filosófica sobre escritura e imagen, interesándose especialmente por las poéticas de lo feo y lo grotesco
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.