En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Las películas de Akira Kurosawa han inspirado popularísimas versiones norteamericanas e influido en directores como George Lucas, Francis F. Coppola, Steven Spielberg y Martin Scorsese, y su impacto sobre el mundo del cine in ter nacional es indiscutible. ?El emperador y el lobo? analiza en profundidad a este gran artista y su legado cinematográfico, combinando detalles curiosos, muchos de ellos desconocidos hasta ahora, sobre la tumultuosa vida de Kurosawa y la tormentosa relación que mantuvo con los estudios y con su ac tor fetiche, Toshiro Mi fune, con una perspicaz lectura de los grandes temas de la obra del mítico ci neasta japonés. Stuart Galbraith IV se detiene en su infeliz ex periencia al frente de algunos pasajes de ?Tora! To ra! Tora!? y en cómo su afán creativo le llevó a recuperarse y completar una espléndida filmografía. Pe ro además de la crónica de la vida y el arte de Kurosawa, este libro es la historia del cine japonés. ?Este es un informativo, inteligente y respetuoso estudio de uno de los mejores equipos actor-director en la historia del cine, una sociedad creativa que igualó a Ford y W
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.