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Celestino vive en una cabaña al lado del río, hace castillos de hielo, abraza a los árboles y duerme bajo las estrellas. Su única compañía es Rosamunda, pequeña como una libélula y casi transparente. Pero un día Celestino está de mal humor y Rosamunda desaparece Esta historia interpreta la realidad desde una perspectiva fantástica y realiza un análisis social desde la mirada de un personaje incomprendido y solitario. La fantasía de Celestino se topa con observadores fríos e implacables que, amparándose en su posición de poder, juzgan a los demás desde una perspectiva llena de prejuicios y carente de buenas intenciones. Así, los personajes que desfilan por esta historia son el espejo de una sociedad hostil que, a pesar de su discurso solidario, da la espalda a los más débiles. Pero Celestino Tarambana también habla de la bondad, de la soledad y de la realidad poética de los sueños. De una manera sencilla, evoca la mirada limpia de los niños, que tantas veces es manipulada por los adultos sin diálogo ni respuestas. Esta obra no se agota en la primera lectura. Es un relato que pretende provocar preguntas; una h
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