En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
De los escombros del Estado del Bienestar nacen nuevas formas decontrol social. El ciudadano globalizado es invitado a abrirse almundo y disfrutar de él, siempre que acepte que el mundo entre en élen forma de algoritmo. Contra las amenazas del desarraigo y lasuperficialidad, sin embargo, existe una llamada a la amistad y a laciencia, en el sentido de conocimiento profundo y compartido de larealidad. Amor al saber y a la comunicación personal son hoy, incluso, vacuna necesaria para hacer frente a esa ubicuidad invasiva delcontrol social pospandémico que se cierne sobre nosotros. Ante elmundo que nos viene -mejor dicho, que ya está aquí- haríamos bien entener presente la disyuntiva que nos plantea Italo Calvino al final de Las ciudades invisibles, por boca de Marco Polo: El infierno de losvivos no es algo por venir; hay uno, el que ya existe aquí, elinfierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos.Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos:aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de dejar deverlo. La segunda es riesgosa y exige atención y aprendizajeconti
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.