En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Alabados por su ascetismo, castidad y defensa a ultranza del cristianismo, denostados por herejes, sodomitas y traidores capaces de vender Tierra Santa a los infieles musulmanes, fuente de inspiración del genio creativo de Wagner en Parsifal y de Walter Scott en Ivanhoe, los caballeros templarios formaron uno de los ejércitos más temidos y poderosos de la historia. La orden de los Templarios, cuyos miembros recibían una rígida educación religiosa y militar, se formó en la primera cruzada, tras la conquista de Jerusalén, con el fin de defender de la amenaza musulmana la Ciudad Santa, el templo de Salomón y a los peregrinos que acudían a Tierra Santa. Tal formación se convirtió en el primer ejército estable uniformado en el mundo occidental y alcanzó un elevado poder financiero al desarrollar una forma casi precursora del sistema bancario internacional, cuya influencia se dejó sentir durante dos centurías hasta ser aplastada totalmente por Clemente V en 1312. Haciendo alarde de su habilidad para plasmar los acontecimientos del pasado, el historiador y novelista Piers Paul Read nos ofrece una emocionante crónica, en la que separa realidad y ficción, relatando con detalle el ascenso y declive de los monjes guerreros en su contexto político y social.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.