En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
La poesía y la oración exigen un ritmo sosegado, una actitudcontemplativa, de enamorado, que permita extraer sentidossorprendentes de significados ordinarios. Por eso decía Thomas Mertonque «muchos poetas no son poetas por la misma razón que muchosreligiosos no son santos: nunca consiguen ser ellos mismos. (...) Laprisa estropea por igual a santos y a artistas. Desean un éxito rápido y tienen tal prisa por lograrlo, que no les queda tiempo para serfieles a sí mismos». (Thomas Merton, Semillas de contemplación)La poesía pide reposo porque aspira a la lucidez y a la exactitud; elRosario lo requiere para no caer en la palabrería hueca y para lograrcontemplar, con María, el rostro de Dios. Manuel Ballesteros conjugaambas actividades y alcanza esos objetivos en este libro de poemasverdaderos, necesarios. En la sencillez y profundidad de sus versos,el poeta interroga a un Dios «al que no hay quien entienda, y al queno amar va a resultar ya muy difícil». Se descubre y duele de sudebilidad: «Yo soy el paralítico y el manco / y el ciego y el leproso. Soy el novio / que, en mitad de la vida, se ha quedado / sin vino q
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.