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Gabriel Relham es el poeta del título. Está escribiendo una obra literaria y necesita que sus fantasmas, amores y obsesiones se encuentren junto a él en una buhardilla de la calle Atocha de Madrid, donde vivió el propio Sotelo. Justo Sotelo rompe con la estructura clásica del texto y mezcla los géneros, desde el narrativo hasta el dramático, pasando por el poético. Los seis capítulos del libro son tanto los actos de una obra de teatro, con sus correspondientes escenas y acotaciones teatrales, como un poema en prosa o una novela donde todo lo que se dice forma parte del material textual. El discurso literario se abre a todas las modalidades posibles y se bifurca por los diferentes senderos de la creación, como en los caminos y la biblioteca de Borges, que tiene un papel estelar en la obra, junto a otros autores como Joyce, Beckett, Goethe, Neruda, Cervantes y Shakespeare. Aun así, Sotelo no se queda solo en las palabras, sino que transmite los estados de ánimo de los personajes a través de la música. Los intérpretes de 'La bohème', de Puccini, aparecen y desaparecen continuamente de la escena, al igual que oc
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