En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
De la pluma del cocreador de Gomaespuma, un homenaje emocionado a la generación de emigrantes hispanos en EE. UU. Esta es la novela de Marcelo Hernández, barman de una de las barras más legendarias del universo, el Oyster Bar de Gran Central Terminal, la célebre estación ferroviaria de Nueva York. Por la barra de Marcelo, ubicada en un monumental edificio en el corazón de la Gran Manzana, han desfilado miles de almas, desde el efímero turista a grandes ejecutivos de Wall Street e incluso artistas como Andy Warhol. Para Marcelo, el Oyster Bar había sido siempre un remanso de paz en donde hacía años que había dejado de transcurrir el tiempo mientras elaboraba sus celebrados cócteles. Pero un día su destino se cruza con el de Dylan, un millenial arrogante y adicto a las redes sociales a quien le han nombrado su ayudante en contra de la voluntad de ambos; y con el de Anna, una periodista española que desea escribir sobre la vida de Marcelo. Estos dos encuentros cambiarán su vida para siempre. Con una prosa cautivadora, Guillermo Fesser nos sumerge con su novela en el microcosmos neoyorquino y en la historia de e
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.