En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Fernando Villalón, nacido en 1881 en una familia aristocrática de Morón de la Frontera, mostró desde joven una profunda inclinación por el campo, que se concretó en la adquisición de una ganadería de toros bravos cuando tenía poco más de veinte años. Dos décadas después, tras poner en marcha el proyecto idealista de criar toros tan fieros como aquellos que lidiaban Pepe-Hillo y Pedro Romero en los albores del siglo XIX, terminó arruinado, pero este fracaso coincidió con el inicio de su vocación literaria. Este libro, un estudio de la biblioteca de Fernando Villalón, donde se da detalle de casi mil volúmenes, al que se incorporan varios índices para facilitar su consulta y dos anexos documentales de gran singularidad, nos debe ayudar, este es su objetivo, a conocer más y mejor su obra.l movimiento obrero y en aquellos intelectuales que han aspirado a instaurar esta "democracia social".es que hacía él con sus textos, sub especie aeternitatis, esto es, con vocación de intemporalidad. Algo que sólo es posible en la prensa española en ese espacio privilegiado que desde su nacimiento, hace ya más de 100 años, dedi
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.