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Las amenazas, las persecuciones, la prisión y la hoguera, han estado a menudo presentes en el desarrollo de los conflictos doctrinales que han marcado la vida religiosa de la Cristiandad en la Edad Media. En las causas de este ambiente represivo, se han entreverado los motivos dogmáticos con los políticos, como en el caso de las disputas de los concilios ecuménicos, mientras que en otras ocasiones han predominado el ardor religioso, la defensa de la dignidad institucional e incluso las envidias o las fobias personales. Sin embargo, con la implantación y el auge de las universidades en la Europa cristiana, ya en pleno periodo bajo-medieval, surge un nuevo tipo de conflicto dogmático en que la condena adopta formas racionales, desde el momento mismo de la acusación, siguiendo por el proceso, la sentencia y su ejecución, reguladas por procedimientos formal y estatutariamente establecidos. El fenómeno de la censura académica parte de la defensa de determinadas posiciones teológicas y filosóficas por parte de los actores que están implicados de uno u otro modo en la institución universitaria (esencialmente maestr
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