En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
En los albores del tiempo, criaturas sedientas de sangre caminaban por la tierra. Figuras que representaban nuestros peores miedos: la muerte, la noche, la transgresión... Pero a lo largo de los años la fascinación que sentimos hacia esas criaturas ha ido creciendo y hoy son un auténtico icono de la seducción. En este libro descubrirás la historia de los vampiros a través de los relatos de estas criaturas nocturnas y de sus víctimas. Conoce los hechos históricos que señalaron su aparición: las grandes epidemias de la Edad Media, Europa del Este como cuna del mito; descubre los orígenes de sus elementos más característicos: el ataúd, el murciélago, el ajo... Y déjate morder por los vampiros más seductores: desde Drácula, pasando por los tentadores dandies de Anne Rice, hasta nuestros días.. Tiempo de amistad, como reflejan las cartas aquí reunidas a Déodat Roché, Antonio Atarés, Gustave Thibon, Joë Bousquet y Jean Wahl, interlocutores y a veces confidentes, como también lo fue el padre Perrin. Tiempo de trabajo filosófico, en el venero de sus «Cuadernos», como testimonian los textos aquí reunidos sobre la noc
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.