En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Apronenia Avitia nació en 343. Constantino gobernaba el imperio romano. Vivió setenta y un años. Era poderosa, patricia, y pasaba la mayor parte del año en sus palacios de Roma o en su villa de Gianicolo. En sus cartas no se halla ningún comentario evocando el final del imperio. Este menosprecio, esta indiferencia, le valieron el menosprecio y la indiferencia de los historiadores. Esta original novela narra la vida de este personaje misterioso del que tan solo se conocen algunas hipótesis aventuradas sobre su identidad y unas cuantas tablillas de madera de boj donde Apronenia comenta algunos detalles cotidianos de su azarosa vida en medio de la decadencia del imperio romano. Una obra originalísima de quien es, quizá, el escritor actual francés más prestigioso del momento, recientemente galardonado con el Premio Goncourt en Francia. Es un libro de enorme profundidad psicológica más allá de su aparente sencillez formal. La estructura fragmentaria de la obra la convierte en una novela rabiosamente moderna e innovadora, original y muy misteriosa. Se trata de una novela histórica con un tratamiento novedoso y muy original.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.