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Este libro aporta al debate de la concepción racional de la prueba una pieza faltante: una teoría sobre los estándares de prueba, sus funciones, la manera en que deben ser formulados y su vinculación con el debido proceso y el deber de motivación de las decisiones judiciales. El lector encontrará un hilo argumental lleno de sugerencias en muchos temas probatorios vinculados con los estándares de prueba, fundadas sólidamente y apoyadas en una amplísima bibliografía y jurisprudencia internacional. Son ideas fuerza del libro la irrelevancia justificativa de la convicción judicial y la necesidad de que los estándares de prueba no se formulen apelando a las creencias de los juzgadores, los criterios metodológicos para una correcta formulación de estándares de prueba, las consideraciones de tipo político para determinar el nivel de exigencia probatoria en el que situar el estándar, o la idea de que la motivación de las decisiones probatorias no es un sustituto de la necesidad de contar con estándares de prueba, sino que, al contrario, presupone que se disponga de ellos. El trabajo se presenta con la pretensión de
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