En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Que la medicina y la cirugía son cosa seria, nadie lo pone en duda. Que el miedo a la enfermedad y a la muerte nos iguala y nos desespera, es una obviedad, aun habiendo excepciones entre quienes no letemen a nada. Esos dirán: ¡quién dijo miedo! Que el dolor es cosa preocupante y que ser el paciente en una consulta médica es poco deseable, elemental. Esto lo conocen la mayoría de los mortales, pero ¿saben los mortales qué siente un cirujano cuando ocupa la silla del paciente después de haber ejercido varias décadas? ¿Tiene el mismo criterio un cirujano cuando es paciente que el paciente que noes médico y no tiene idea de medicina? Este libro es mucho más que una reflexión sobre la cirugía, sobre el camino y destino de la medicina. Es, en buena medida, una crítica a un modelo en vías de deshumanizarse, donde la tecnología ayuda a arrinconar aún más, si cabe, al ser humano. Seres humanos, y otros no tanto, son los que entran y salen de escena en esta ficción que puede ser teatralizada de principio a fin. Los diferentes actos son aquí ordenados por un Herrero Montoto que toma, a veces, la voz del narrador y otra
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