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En la treintena y recién salida de una complicada relación, Tabitha Lasley deja su trabajo en una revista londinense y se gasta sus ahorros en alquilar un apartamento en Aberdeen, Escocia, donde vive durante seis meses para escribir un libro sobre las plataformas petrolíferas y los hombres que trabajan en ellas. En Aberdeen, Lasley se sumerge de lleno en una tormentosa subcultura en la que predominan las peleas, el trabajo duro y la competitividad. Cuanto más tiempo pasa allí, más evidente resulta que su presencia tiene un efecto desestabilizador para los trabajadoresà y para ella. Pronto inicia una relación con un hombre casado de la plataforma. Sola y en una situación cada vez más precaria, se adentra en una aventura temeraria y destructiva. El estado del mar traza un retrato de una industria poco conocida y una poderosa metáfora de esas zonas oscuras -como el conflicto de clase y las transacciones del deseo- de las que apenas se habla. Un sorprendente relato autobiográfico que desmonta ideas preconcebidas e ilumina lo que ocurre cuando la atracción femenina entra en conflicto con una cultura masculi
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