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Entre mitad de los años 70 y el decenio siguiente emergió en tierras andaluzas una hornada de bandas que fusionaban notas extraídas del flamenco tradicional con el más vanguardista rock del momento. A los puristas del cante jondo ese experimento les pareció algo atrevido y demasiado "rompedor", pero a los jóvenes seguidores del rock aquella mezcolanza les supuso toda una revelación. Triana nació cuando en el mundo entero triunfaban los Pink Floyd, Genesis y otros grupos de rock progresivo, con Jesús de la Rosa, voz y teclados; Eduardo Rodríguez Rodway, guitarra y cantante, junto a Juan José Palacios "Tele", en la batería y percusión. Fue Eduardo, que había miliado en las filas de Los Payos, un grupo rumbero pop, quien los reunió en su vivienda madrileña situada en las inmediaciones de Arturo Soria. Ese sería el inicio de una trayectoria esplendorosa de seis discos e infinidad de conciertos en la que títulos como "El patio" o "Sombra y luz" se convirtieron en obras maestras de la música española de cualquier tiempo. Una trayectoria que se vería truncada de manera trágica e imprevista cuando Jesús de la Ros
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