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La identidad, las simetrías vitales, los espacios domésticos que se convierten en extraños y el desdoblamiento: una novela inteligente en la que podemos llegar a intuir la sombra que proyectamos, o en la que podemos convertirnos «¿Quién se haría cargo, en fin, de todo aquello de lo que se había ocupado él cuando habitaba el otro lado del espejo, quizá el otro lado de sí mismo?». Laura y Julio reciben una llamada de teléfono que altera su mundo: un coche acaba de atropellar a Manuel, su vecino, que agoniza malherido en un hospital. Forman uno de esos matrimonios sumergidos en una cotidianidad que ninguno cuestiona; los años los han ido moldeando tan uniformemente que tal vez, más que una pareja, parezcan hermanos. O tal vez no. Tal vez la llegada de Manuel a ese piso contiguo y simétrico al suyo abrió entre ellos una grieta, un gran vacío que ya es difícil de salvar. Por eso, cuando el matrimonio hace agua tras la desgracia de Manuel, Julio se instala clandestinamente en el piso ahora deshabitado de su vecino, y allí poco a poco va haciendo suya una realidad que no le pertenece. Quizá lo que ocurre es que está empezando a dejar de parecerse a Laura para confundirse con Manuel. En ese lugar tan semejante a su propia casa y al mismo tiempo tan diferente, siente poco a poco haber atravesado un espejo para habitar el otro lado, una vida nueva desde la que puede observar la suya propia (su exvida) y la de su mujer (su exmujer), y en ambas descubre cosas que nunca sospechó. ¿Cuál de las dos existencias es más real? ¿Aquella de la que ha sido expulsado o esa en la que se ha instalado como un impostor? Los grandes temas de Juan José Millás la identidad, las simetrías vitales, los espacios domésticos que se convierten en extraños y el desdoblamiento resuenan en esta inteligente novela en la que podemos llegar a intuir la sombra que proyectamos, o en la que podemos convertirnos.La crítica ha dicho:
«Millás tiene la capacidad de ver donde otros no alcanzamos ni siquiera a vislumbrar nada».
César Coca, El Correo «La escritura de Juan José Millás, el Buster Keaton de nuestra literatura, es única e inimitable».
J.A. Masoliver Ródenas, Cultura/s , La Vanguardia«Juan José Millás es dueño de un territorio fantástico de incuestionable personalidad».
J. Ernesto Ayala-Dip, El País «Para no hacerlo sentir incómodo, finjamos que Millás no es uno de nuestros mejores escritores».
Sergi Pàmies, La Vanguardia «Millás derriba el mundo y descubre su trastienda, se divierte con la demolición, aunque describa el triste escaparate de los días. Millás, está claro, sigue siendo un maestro».
Saúl Fernández, La Nueva España «Nadie más preocupado por las palabras que este escritor que las mima y seduce hasta hallar ese hueco de silencio que se esconde tras ellas».
Elena Hevia, El Periódico