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Con Jaque mate, la escritora peruana de vanguardia Rosa Arciniega (1903-1999) vuelve a sorprendernos con un texto de asombrosa actualidad: el pujante retrato y trayectoria vital de Enrique Vivaldi, un oscuro y ambicioso personaje de comienzos del siglo XX cuya sed de poder lo convierte en líder de los destinos de Europa, al modo de Musso¡lini o Hitler. Manejando las piezas de la política como si de una partida de ajedrez se tratara, consigue hacerse con el poder y controlar el destino inmediato de una sociedad que se encamina hacia una conflagración mundial que parece inevitable. Con una clarividencia extraordinaria, se adelanta en unos años, en un intento de conjurarlos, a los sucesos que conmoverán a Europa y al mundo: el ascenso meteórico de los fascismos, el III Reich y la Segunda Guerra Mundial. Todo ello con un estilo muy personal mezcla de agilidad narrativa, diálogos directos y digresión en torno a un tema, que los lectores ya conocen por las anteriores entregas, en las que se centraba en las grietas de la modernidad -aquellas que esclavizaban al ciudadano común, al trabajador, al obrero-, y que
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