En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Un viejo y mísero pescador vivía con su mujer en una barraca a la orilla del mar. Una mañana que echó su red al agua comprobó que pesaba muchísimo: ¡había pescado un pez de oro!.<br><br>
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