En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
OIga Plümacher (1839-1895), defensora de la obra de Eduard von Hartmann, participó después de la muerte de Agnes Taubert, en la controversia pesimista de mediados del siglo XIX. Publicó tres libros y un artículo, de los cuales El pesimismo en el pasado y el presente (1883) es uno de los libros más importantes para entender dicha controversia, pues manifiesta una claridad excepcional al exponer las tesis de Hartmann y la de sus adversarios.Nietzsche poseía un ejemplar de su principal obra, la cual tenía plagada de subrayados. Por las anotaciones que añadió a ciertos párrafos sabemos que algunos pasajes de la Genealogía de la moral (1887) son referencias directas del libro de Plümacher.La traducción que se le ofrece aquí al lector es un extracto de este libro, en el cual la filósofa rastrea el talante pesimista del budismo, el politeísmo griego y el judaísmo. Un estudio que si bien para ella no es un trabajo deinvestigación terminado, abre la posibilidad de indagar y hacer extensible el concepto de pesimismo a otras culturas y formas de pensar distintas a la occidental. H. W. Gámez traduce la selección de text
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.