En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
La Cazadora es una novela épica y arrolladora acerca de la Segunda Guerra Mundial que arroja luz sobre un oscuro rincón de la historia, de la mano de la autora de los best sellers de The New York Times La red de Alicey El código Rosa. En los gélidos confines de la Rusia soviética, la audaz y temeraria Nina Markova se une a las célebres Brujas de la Noche, un regimiento de bombardeo nocturno formado exclusivamente por mujeres. Al verse obligada a aterrizar tras las líneas enemigas, Nina habrá de recurrir a todo su ingenio para sobrevivir a su encuentro con una implacable asesina nazi conocida como la Cazadora. El corresponsal de guerra británico Ian Graham ha abandonado el periodismo para dedicarse a perseguir a criminales de guerra nazis, pero hay un objetivo que se le resiste: la Cazadora. Y Nina Markova es la única testigo que ha logrado escapar de ella con vida. En el Boston de posguerra, Jordan McBride, de diecisiete años, desconfía cada vez más de la educada viuda alemana que se convierte en su madrastra. Al indagar en su pasado, Jordan irá dándose cuenta poco a poco de que quizá sea una asesina nazi.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.