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La villa y fortaleza de Antequera, estratégicamente situada en el acceso a la vega de Granada, era una posición vital para cl control del emirato nazarí, último reino musulmán en la península Ibérica y objetivo final dentro de la fase definitiva del proceso de Reconquista. La plaza había sufrido tres asedios infructuosos desde mediados del siglo XIV hasta que finalmente, en la primavera de 1410, el infante don Fernando, segundo hijo de Juan I de Castilla y de Leonor de Aragón, se presentó a las puertas de Antequera dispuesto a tomar la plaza a toda costa. Yusuf III envió desde Granada a un numeroso ejército al mando de sus dos hermanos que, tras intentar arrasar los reales castellanos, resultó finalmente derrotado en la batalla de la Boca del Asno. El emir nazarí buscó entonces un acuerdo con el infante castellano, pero la decisión estaba tomada y el cerco sobre Antequera se estrechó, preparándose las máquinas de asedio y llegándose incluso a construir una barrera exterior que, rodeando el perímetro de la plaza, impedía la salida de los sitiados y la entrada de cualquier refuerzo o vitualla. La presente ob
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