En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
-Destellos de belleza- ofrece una suerte de revisión caleidoscópica de la biografía de Jonas Mekas en la que el cineasta y poeta lituano elige contarse a sí mismo mediante fragmentos de vidas ajenas. En estas páginas, las anécdotas y registros cotidianos del autor conviven de manera natural con los recuerdos de sus amigas y amigos diseminados por el planeta sin temor al desorden cronológico o la desconexión estilística, consciente de que la imposibilidad de organizar una existencia sea tal vez la mayor de sus virtudes. Así, los recuerdos de su primera cámara de fotos, de sus noches en una prisión de Nueva York, o los de una jornada en la que estuvo en cuatro patas como un perro se entremezclan con las anécdotas de la madrugada en que George Maciunas, fundador de Fluxus, plantó ilegalmente dos árboles en las veredas céntricas del Soho, o de la llegada secreta de John Lennon y Yoko Ono a los Estados Unidos. El afán archivístico desbordante que caracteriza la poética de Mekas, ese impulso por capturar momentos de su vida sobre la marcha y atesorarlos en los soportes al alcance de la mano (ya sea película cine
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.