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El 7 de diciembre de 1936, Miguel de Unamuno, escribía su última carta conocida con destino al extranjero. Iba dirigida, ni más ni menos, al por entonces incipiente escritor norteamericano residente en París, Henry Miller. La carta nunca llegó a su destino. Con toda probabilidad, desde el 12 de octubre de ese mismo año, el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) seguía de cerca los pasos de don Miguel, tras su famoso incidente con Millán Astray. Su correspondencia era intervenida. Precisamente esa misiva fue valedora de un informe que se remitió directamente al General en Jefe de los Ejércitos de Operaciones, pomposo cargo que recaía en el mismísimo jefe del Estado, Francisco Franco. Once días después de la emisión de dicho informe, Unamuno moría en extrañas circunstancias en su residencia-prisión de Salamanca.A lo largo de las páginas de este libro, el autor reconstruye los escenarios recorridos por don Miguel en su enfrentamiento con el fascismo. Añade elementos completamente novedosos y destaca otros poco divulgados en este contexto: la participación directa de José Antonio Primo de Rivera en al menos dos
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