En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Detrás de la alegría de Ana, la "Caperucita Verde" de esta historia que, ya adulta, ve a su hija María como un sol resplandeciente, se esconde la esperanza de que esa hija cumpla con sus propias ambiciones frustradas por el hermanito envidiado que, en su infancia, "la había despojado del trono". Comprendemos entonces que La historia vuelve a repetirse, (cuando no "se dispone" de ella en la conciencia), porque lo que Ana espera de su hija María es lo mismo que sus padres, por idénticos motivos, (y con el mismo, el mismo loco afán) esperaron frente al nacimiento de Ana.La historia de Ana no es una historia muy rara, se trata de una variante "clásica" del libreto compuesto con rivalidad, celos, envidia y culpa que, de una u otra similar manera, todos llevamos adentro. Es una historia que no le ha impedido a nuestra Caperucita Verde llevar una vida razonablemente buena, a cubierto de la enfermedad y el infortunio graves, pero el hecho de que sus "sueños imposibles" no hayan sido completamente duelados, ha introducido una y otra vez en su vida errores y sufrimientos inútiles que han interrumpido el bienestar de s
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.