En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Cuando la ciencia, la técnica y el progreso no habían llegado para aliviar a los hombres de penurias elementales y primitivas, era preciso recurrir a lo que se tenía más a mano, solicitar la intercesión divina, la de los santos y la de las imágenes más enraizadas en el fervor del pueblo con el fin de hallar para los males del alma y del cuerpo lo que la sociedad no había conseguido aliviar ni la medicina había logrado sanar. Y así desde el siglo IX hasta bien entrado el XIX, la vida cotidiana de Madrid se mueve entre el milagro, la milagrería, la superchería, el hechizo y hasta la brujería para conseguir lo que la racionalidad no podía lograr. Y este Madrid devoto y ferviente se vuelve fantástico, se pone en manos de santos, vírgenes, patronos y patronas, iluminados, hacedores de hechizos y milagros, sangradores, embaucadores, brujas, visitadores y pícaros que intentan llevar el sentido de lo sobrenatural a lo que parece sencillo y hacer de la casualidad un dogma, un prodigio. Durante siglos los madrileños cuentan de boca en boca, transmiten de generación en generación, casos milagrosos, algunos
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.