En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
En su novela más aclamada, Margaret Laurence presenta a Hagar Shipley, uno de los personajes más memorables de la ficción canadiense. Terca, inconformista y autosuficiente, a sus noventa años, con casi toda la vida a sus espaldas, Hagar Shipley da un último y audaz paso hacia la libertad y la independencia.A medida que avanza la historia nos adentramos en su pasado. Conocemos a Hagar como la niña que crece en un aciago pueblo de las llanuras, como esposa de un granjero viril pero fracasado con el que tendrá un tortuoso matrimonio, como madre intransigente con su hijo menor y, finalmente, como una anciana aislada por un orgullo implacable y por las virtudes de la austeridad, herencia de sus antepasados. Vívida, evocadora y emotiva, El ángel de piedra celebra el triunfo del espíritu y revela a Margaret Laurence como una escritora de extraordinaria habilidad y con una profunda percepción del funcionamiento del corazón humano. «La absoluta permanencia de Hagar, la irreemplazable voz femenina, la mezcla creativa de memoria e imaginación en una convincente voz en primera persona (à) hacen que este libro teng
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.