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Selma, inmigrante checa y madre soltera, trabaja en una fábrica de la Norteamérica interior. El único consuelo de su vida miserable es su pasión por la música, sobre todo por los grandes musicales de Hollywood. Pero Selma guarda un secreto: está quedándose ciega y su hijo correrá la misma suerte, salvo que consiga reunir el dinero suficiente para una intervención quirúrgica, lo que obliga a Selma a trabajar a destajo. La desgracia, sin embargo, se ceba en ella: un policía, del que es vecina, con problemas económicos la acusa falsamente de haberle robado. Entonces, la dramática existencia de Selma, dulcificada solo por los números musicales que se suceden en su imaginación, cobra tintes de tragedia, desembocando en un final apoteósico en el que la muerte es, al tiempo, castigo y liberación. Bailar en la oscuridad, película del director danés Lars von Trier (Copenhague, 1956), se alzó en el Festival de Cinematografía de Cannes (Francia) del año 2000 con la Palma de Oro a la Mejor Película y el Premio a la Mejor Actriz. Película extraña, de inusitada belleza, en la que las canciones y las ñoñerías propias de lo
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