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Una obra construida alrededor de una figura fascinante y monstruosa seducida por el poder.«Mi reino por un caballo», una de las citas más conocidas de Shakespeare, pertenece a Ricardo III. La obra, escrita probablemente en 1592, cuando el dramaturgo tenía veintiocho años, culmina su primera tetralogía de dramas históricos ingleses, iniciada con las tres partes de su Enrique VI. Su acción se centra en acontecimientos de los doce años del reinado de Eduardo IV y los dos del de Ricardo III, y cierra el ciclo dedicado a la Guerra de las Dos Rosas. Sin embargo, Ricardo III no es una mera continuación de la trilogía precedente. Apoyándose en un argumento muy estructurado, Shakespeare crea en ella su primer personaje memorable: un ser de gran magnetismo diabólico entregado a la conquista criminal del poder que ha llegado a convertirse en mito teatral y literario. Ángel-Luis Pujante, catedrático de Filología Inglesa de la Universidad de Murcia y traductor y estudioso de Shakespeare, nos ofrece en su introducción un estudio completo de los personajes de la obra y nos ayuda a comprender las diferentes fases de la acción.
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