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La figura del embajador, fundamental en el desarrollo de las relaciones internacionales y de la diplomacia a lo largo de la historia, ha sido atendida por la historiografía y, en los últimos años, también en la investigación del período medieval. Sin embargo, poco o nada se ha trabajado, hasta hoy, sobre la figura de los embajadores en la Alta y la Plena Edad Media peninsular, marcada por la extrema diversidad en los ámbitos políticos y culturales. Tras el libro El embajador: Evolución en la Edad Media peninsular, en el proyecto Pacto, negociación y conflicto en la cultura política castellana (1230 1516) PACNECON se planteó la necesidad de considerar estos extensos períodos, dado el vacío existente en la primera monografía. Así, a lo largo de este trabajo, continuación pero antecedente del libro mencionado, se presentan estudios que analizan la figura del embajador en las variadas entidades políticas que se asentaron sobre la península ibérica en aquellos siglos. Desde los embajadores visigodos hasta los de Jaime I el conquistador, se atenderá a entidades políticas tan distintas como el califato de Córdoba,
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