En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Entre los recuerdos de infancia de Bella Chagall (Velas encendidas, en esta misma colección), encontramos muchos de los temas principales de la pintura de Marc Chagall. Y desde que decidieron unir su vida y su destino, ambos quedaron sujetos a una migración constante para sobrevivir a las tempestades de violencia y guerra que prendieron los estúpidos nacionalismos del siglo pasado. Son los mismos que, aunque parecían muertos, han revivido y transformado Oriente y Occidente en un infierno de odio al ser humano. Cómo lograron Bella y Marc Chagall sobrevivir a esta hecatombe, lo cuenta en su novela F. Gorenstein. Que el pintor se mantuviese en su vocación artística fue una auténtica odisea; aunque a diferencia de Ulises, sus musas no estaban aguardándole pacíficamente en casa, sino siempre junto a él, dando los mismos tumbos. Y cómo pudo Marc Chagall mantener su amor a la vida, a los seres humanos, a la diversidad de sus culturas, no obstante que algunos se empeñaran en hacerle desaparecer, es uno de los grandes misterios del arte de este pintor. De ello fue más que testigo: coprotagonista, Bella Chagall. Goren
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.