En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Cercana ya su muerte, el gran político Talleyrand redacta para su amigo Thiers un largo memorial donde expone el difícil rompecabezas de lo que fue su actividad diplomática. La narración se convierte en una esplendorosa evocación de lo que fueron Europa y América desde mediado el siglo XVIII a la Monarquía de Julio. Es asombrosa -en palabras de José María de Areilza, que mucho amó este libro, "la inmensa documentación sobre la historia de Europa que supone, sin perder un ápice de las extraordinarias descripciones de ciudades, museos, edificios, obras de Arte, palacios y perfiles humanos, logradísimos. Las incursiones en el mundo griego son, por sí solas, todo un tratado de Filosofía. Y la vivisección de las dinastías británicas, con música de Shakespeare, tan perfecta que llega hasta nuestros días". Y así, desde el equilibrio mozartiano del Ancien Régime, pasando por la Revolución Francesa, Napoleón, la Restauración, hasta llegar a Luís Felipe, todos los personajes que dieron vida a tan estremecedor pedazo de la Historia, desfilan por estas páginas, las obscuras intrigas del Poder, la grandeza y la miseria
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.