En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
En las páginas de María de Padilla, la amante reina" el renombrado autor Antonio Montero Alcaide nos sumerge en la apasionante historia de Castilla, donde se demuestra que delante, al lado o detrás de un gran hombre, siempre hay una excelente mujer, o al revés. Aunque algunos puedan cuestionar si Pedro I merece el título de "gran hombre" debido a sus controvertidas acciones, es innegable que fue un monarca singular cuyos hechos y tradiciones siguen fascinando a lo largo de los siglos. María de Padilla, por su relación con Pedro I, ocupa un lugar destacado en la historia de Castilla. Al principio, su encuentro con don Pedro parecía seguir el patrón convencional de las relaciones entre reyes y favoritas. Sin embargo, nadie podía imaginar el trágico desenlace que tendría el reinado de Pedro I, ni los eventos que se desencadenarían debido a su vínculo con doña María, a pesar de su reconocida determinación y carácter. Este libro explora la vida de María de Padilla como un personaje histórico decisivo, cuya influencia no solo marcó profundamente la vida de Pedro I, sino que también moldeó el rumbo de su reinado.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.