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A punto de producirse la ruptura entre las Iglesias de Oriente y Occidente, Simeón el Nuevo Teólogo (949-1022) descuella como el mayor místico del cristianismo oriental. Fue llamado el Nuevo Teólogo por sus contemporáneos, no tanto debido a su saber científico como por la autenticidad y hondura de su experiencia de Dios. Con el lenguaje sencillo y personal característico de la experiencia espiritual directa, Simeón es capaz de tocar el corazón del hombre de todos los tiempos, herido por el desaliento, y de invitarle a entrar en diálogo apasionado con Dios. Las metáforas nacidas de su profunda inspiración poética evocan las verdades más originarias de la fe cristiana, y transmiten un mensaje de gran actualidad: frente a un cristianismo dormido en la exterioridad, se subraya la necesidad de la experiencia consciente del Espíritu; frente a la pérdida de la radicalidad evangélica, se propone la vida cristiana como anticipo de la resurrección; frente al cansancio o la añoranza de épocas pasadas, se repite incansablemente que es necesario saber desear para poder alcanzar. ¿Cuál es la puerta que da acceso a esta nu
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