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Hay muchos países en el mundo, pero el caso de Islandia es punto yaparte, y su historia, en las últimas décadas, trepidante y ejemplar.John Carlin, sin disimular su pasión de converso, nos cuenta que, apesar de haber visitado medio centenar de países en viaje de trabajo,el que de verdad le hace brillar los ojos de envidia es Islandia. Locuenta con humor delicioso en estos relatos que toman el pulso a unasociedad milenaria y sabia, audaz y visionaria, pero con los pies enun suelo de lomás hostil; que ha levantado un Estado moderno, justo y comprometido,bendecido por los primeros puestos en la lista mundial de países conmayor progreso y bienestarsocial y el primero en igualdad de género. El autor recorre la isla en varias ocasiones para averiguar las razones de este milagro. Hablacon empresarias, políticos, artistas; habla con hombres y mujeres ynada, ni nadie, parece rebatir la idea de que Islandia, el país quemás estrepitosamente entró en crisis, y el primero en salir, es unmodelo a seguir. Como le cuenta una ministra: «Se ha cambiado lanaturaleza de la discusión» y ahora parece que los hombres hanaprendido
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