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No faltan voces que exigen que prestemos atención a la violencia que sufren las mujeres trans. No obstante, nunca se responde una pregunta terriblemente básica: ¿por qué sucede? Jules Gill-Peterson nos lleva desde las bulliciosas ciudades portuarias de Nueva York o Nueva Orleans hasta las calles de Londres y París en busca del surgimiento de la transmisoginia. Para ello, relaciona la colonización y el imperialismo -a través del control de provincias Indias o estableciendo bases militares en Filipinas- con la persecución de ciertas identidades, pueblos y comunidades. Al entrelazar las historias de vida de Mary Jones, Bhoorah, Jennie June, Nancy Kelly, Jennifer Laude, Venus Xtravaganza, CeCe McDonald, Marsha P. Johnson o Sylvia Rivera, sin olvidarse de las reinas de la noche, las hadas o los chaperos, Gill-Peterson llega a la raíz de la transmisoginia. Como explica, «utiliza la historia de la transmisoginia para entender dónde fueron alumbradas por las garras de la violencia las personas transfeminizadas y cómo respondieron ante sus agresiones». Con una narración ricamente detallada, el libro muestra cómo
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