En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Lo que el lector tiene entre las manos es el producto literario de un Marx enamorado. Estos poemas los escribió Karl Marx entre 1836 y 1840. En esos años Marx estudiaba derecho y filosofía en la universidad de Berlín, pero se sentía muy atraído por la literatura, por le arte en general, por la estética, por la teoría y la crítica artística. Leía a Lessing, Winckelmann y Schelling; forjaba su propio estilo traduciendo a Tácito y Ovidio; frecuentaba poetas de la época y admiraba a Goethe (aunque no a todo Goethe) y a Schiller (aunque no a todo Schiller) y empezaba a simpatizar con lo que entonces se conocía de Heine. Marx era entonces un joven de veintipocos años con dos pasiones: Jenny von Westphalen y las Ideas, el mundo del Espíritu. La presente edición se gestó a partir de la estancia del poeta mexicano Marcos Fonz en Barcelona. Fonz llegaba a Barcelona desde Chiapas con un ejemplar del poemario editado allá por ?Papeles con gatillo?. Y, ¿en qué lugar, mejor que en Chiapas, donde ha nacido no hace mucho el lenguaje nuevo, y lírico, de la vieja esperanza de liberación de los de abajo, se podía tener la
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.