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La singularidad del presente libro (dividido en dos volúmenes. Uno para el siglo xvi y otro para el siglo xvii) estriba en su manera de presentar una época clave de España como un todo: desde las causas exógenas, la factura de los gobernantes que la hicieron posible, el cúmulo de circunstancias y azares que la propiciaron, y de ahí a los resultados excepcionales que se cosecharon en los distintos ámbitos: cultura, literatura, arte, filosofía y ciencia. La energía desbordante acumulada durante los últimos siglos de la Reconquista se torna palpable en 1492, annus mirabilis, que arranca con la toma de Granada y concluye con el descubrimiento de América, merced al apoyo personal de la reina católica a Cristóbal Colón, con lo que ello conllevaba de posibilidades de expansión. El reinado de los Reyes Católicos es fundamental: su idea de unidad, el sometimiento de la nobleza levantisca, el empeño de la reina –mujer culta y emprendedora– por rodearse de los mejores, independientemente de sus cartas de nobleza, para llevar a cabo su plan de Gobierno – independientemente de su esposo–, marcan el camino a seguir, la empresa común, a la que serán fieles tanto su nieto Carlos como su biznieto Felipe. Por desgracia, esa energía, como ocurriera en la antigua Roma, iniciaría su declive a partir del fallecimiento de Felipe II, con los tres últimos Austrias, los cuales dieron en la nefasta costumbre de ceder el gobierno a los validos, gentes sobradas de ambición y faltos de visión política. Paradójicamente, esos años tan polémicos sirvieron de telón de fondo al momento más excelso de la cultura y las artes hispanas, con nombres como Cervantes, Quevedo, Góngora, Lope de Vega, Tirso de Molina, Calderón de la Barca, El Greco, Murillo, Velázquez, Zurbarán y un larguísimo rosario de personajes que hicieron de España la nueva Atenas hasta finales del siglo XVII.