En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Una selección de textos breves enfrentados a imágenes que establecen insólitos vasos comunicantes. Una ventana abierta al mundo del artista total que fue Pe Cas Cor, poseedor de un registro único en el que se entremezclan humor, ternura y desesperación. Poemas cortos, fragmentos, sentencias o bromas inocentes, son todos ellos destellos de un artista interior que, brillantes y fugaces, dejan una estela de agudeza y poesía. Escritos en un «alfabeto de carne y sangre», al emparejarse a los cuadros, los dibujos, las dedicatorias o los retratos del autor, forman una feliz amalgama que nos abre, de manera lúdica, el corazón de este artista que, en palabras de Diego Doncel, «seguirá siendo el gran poeta de un siglo que con él nos estaba diciendo adiós».
El concepto del libro sigue la senda abierta por la campaña en redes que, con el nombre de «365 días con Pe Cas Cor», realizó en 2021 la Sociedad Imaginada que se encarga de conservar y mantener vivo el legado del autor.
«Me dediqué a merodear por ahí. A atravesar con alfileres las miradas hostiles. A dormitar en las vías de los trenes harapientos. A tantas cosas».
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.